EPOPEYA DE LA AMISTAD


Este Tour lo he vivido con una especial intensidad. Desde el principio temimos que la derrota aguardaba a Alberto Contador, que era practicamente imposible vencer tanta adversidad moral y física. Sin embargo, a pesar de que el fracaso era el premio a recibir, el espectáculo al que hemos asistido podría decirse que ha sido soberbio, estremecedor, hermoso en el drama que implicaba el fatalismo de un esfuerzo inútil.
La épica de la desventura en la propia aventura nos ha reconciliado sin embargo con una carrera que hacía años no nos emocionaba tanto. Hemos visto sin engaños, en directo, los íntimos lazos de amistad que procura la entrega absoluta, la pelea rabiosa por conseguir lo imposible. Y lo pudimos ver fascinados, sobrecogidos, casi al límite de las lágrimas, en la etapa del peligroso descenso del Pramartino.


Samuel Sánchez y Alberto Contador han trascendido con sus pedales los límites del espectáculo deportivo para llevarlos hasta la representación sublimada de la amistad de los que se arrojan a la lucha sólo llevados por su compromiso con el valor. Ese descenso juntos, inútil, fracasado, suicida, jugándose la vida a cada pedalada, será escrito con letras de oro en el libro emocional del deporte. Ha sido una lección de vida, un acto generoso de dos amigos que recordaremos siempre y que ellos, a buen seguro, lo llevarán grabado en sus corazones como los laureles más perfumados que hayan recibido ni vayan a recibir nunca en ninguna otra edición del Tour.

Comentarios

  1. Claro, es la grandeza del deporte. La vemos poco. Últimamente hay mucha destreza, virtuosismo y talento. De eso hay a raudales, pero la verdadera grandeza escasea. En fin.
    Un abrazo,

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  2. Estoy de acuerdo con Víctor.

    Por cierto, he estado leyendo tanto este como el blog de Tintin.

    Saludos de un fan del cómic,

    www.artbyarion.blogspot.com

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